Tijuana, invierno del 2005

Tijuana me recibió con mucha lluvia y con dias cortos y nublados. Mi corazón mojado es más fuerte de lo que yo imaginaba, ha resistido una golpiza trás la otra, una desilusión detrás de otra, puñaladas de traiciones y no se ha detenido, sigue latiendo a veces tan despacito que ni lo oigo, pero en ocasiones dispara chorros de sangre que gritan, VIVE , VIVE más, sigue caminando que aun no se acaba el sendero que iniciaste, tomo aire, me detengo y dejo caer unas lágrimas invisibles trás tanta lluvia. Limpio mis zapatos sucios por el lodo, y sigo caminando. Se ha ido la luz de pronto y no distingo el punto al que me dirigo, pero sigo caminando... el invierno no durará toda la vida.